Desde hace una década disfrutamos del prodigio de la telefonía móvil, algo casi mágico, que nos permite comunicarnos en cualquier lugar con cualquier persona, y que nos hace sentirnos mucho más seguros ¿quién hoy día no dispone de un móvil a su alcance? Disponemos de una tecnología maravillosa. La publicidad de los móviles nos invade por la televisión. Nos hemos hecho tan dependientes de los móviles, que ya no sabríamos vivir sin ellos.
Sin embargo lo que no nos están contando es que esta tecnología tiene sus riesgos, y esos riesgos son las ondas electromagnéticas que se propagan por el espacio y que no se ven, no huelen, no se sienten, pero que se van acumulando en nuestro cuerpo y que puede afectar a las personas más sensibles. Hoy día existe una gran controversia en el mundo científico sobre la incidencia de las ondas en la salud, sin embargo existen muchos casos de personas afectadas que vivimos cerca de las antenas y que sufrimos de una serie de síntomas como son entre otros:
Dolores de cabeza
Insomnio
Irritabilidad
Problemas endocrinos
Marcadores tumorales elevados
Aceleración de los procesos tumorales como el cáncer
Todos estos problemas se engloban dentro de lo que se denomina SÍNDROME DE LAS MICROONDAS y se denomina así porque se utilizan microondas similares a las de los hornos microondas que se utilizan para calentar los alimentos y que tanta controversia suscitaron cuando aparecieron en el mercado.
Pues bien, ahora ya tenemos esas microondas por todos los lados, y no ya solo con los móviles y sus antenas, sino con los teléfonos inalámbricos de los domicilios, con los ratones y teclados inalámbricos, con las redes WIFI, con los juegos Wii.... suma y sigue uno más otro de estos elementos que nos rodean como si fueran inofensivos.
Ante la falta de información por parte de la industria, nace hoy este blog para que sepamos qué tenemos entre nuestras manos y para que podamos hacer un uso responsable de todos estos elementos.
Seguiremos informando.