domingo, 9 de noviembre de 2008

FUNDAMENTOS CIENTIFICOS



Reproducimos el magnífico artículo publicado por ANTENA NO donde se recogen un resumen de estudios científicos para responder a los que dicen que no hay argumentos científicos que demuestren la nocividad de la contaminación electromagnética, como es el Sr Goñi, que aparece en la foto.

05 noviembre 2008

Fundamentos racionales


Este martes, Almudena Cacho, en su programa de 'Protagonistas Bizkaia', entrevistaba a Félix Goñi, que aseguraba que no existe ningún fundamento racional que apoye que las radiaciones electromagnéticas puedan afectar a la salud.

Si existen enfermedades en las inmediaciones de antenas son debidas a factores psicosomáticos -aseguraba el biofísico -, que la OMS deja bastante claro que no afecta a la salud y que, si alguien demuesta que estas radiaciones producen alteraciones en las moléculas, merecería el Premio Nobel.


Legislación

Si considera el Dr. Goñi que la actual legislación es suficiente para proteger a los ciudadanos y que "igual peca de conservadora", le recomendamos se lea la reciente Resolución del Parlamento Europeo, que ha pedido que se reduzca la exposición de la población a dichas radiaciones no ionizantes, y que declara obsoletos e insuficientes los límites de exposición establecidos legalmente.

La OMS (Organización Mundial de la Salud)

La OMS reconoce que existen riesgos para la salud desde 1973. Indicar que la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, dependiente de la OMS, incluyó en junio de 2001 a los campos electromagnéticos de baja frecuencia (también radiaciones no ionizantes) en la Clasificación de Sustancias Carcinogénicas dentro de la categoría de "posible carcinógeno en humanos" (categoría 2B). Y ésto no tumba la física del siglo XX.

Con racionalidad, nos dirijimos en octubre de 2006 a la OMS y nos contestaron que no podían garantizar que las antenas de telefonía móvil son TOTALMENTE SEGURAS para nuestra salud.

También se pueden ver el análisis del 2006, sobre los estudios que tiene la propia OMS, para darse cuenta de que no todo es tan claro como dice el Sr. Goñi.


Candidatos al Premio Nobel

El Dr. Goñi podría apoyar, según su tesis, entre otros, a los siguientes científicos al Nobel, ya que sí que han demostrado que las radiaciones electromagnéticas pueden provocar alteraciones celulares.

Dra. Mª Ángeles Trillo, del Ramón y Cajal de Madrid, y que sí ha estado estudiando dichas ondas y sus efectos en el proyecto Reflex, junto al Dr. Úbeda (nada sospechoso, por cierto).

Dr. Joseph Friedman, del Weizmann Institute of Science de Israel, por demostrar a nivel celular que las radiaciones electromagnéticas de la telefonía móvil incrementan la generación de radicales libres.

Dr. Dirk Adang y el el catedrático emérito de electromagnetismo y microondas Dr. André Vander Vorst, de la Université Catholique De Louvain, por demostrar que dichas radiaciones afectan al sistema inmunológico

Estudios cieníficos racionales

Si el Dr. Félix Goñi estima que las radiaciones de telefonía móvil no son un riesgo para la salud, le pedimos que valore las declaraciones del Catedrático Yury Grigoriev, Presidente del Comité Nacional de la Federación Rusa para la Protección de las Radiaciones No Ionizantes, que pide que los niños no utilicen el móvil, dado el riesgo que suponen los campos electromagnéticos para su salud.

No nos basamos en fundamentos psicosomáticos, sino en racionales estudios científicos:


Lo único no científico, pero bastante clarificador con respecto a la telefonía móvil, son las declaraciones del Consejero Delegado de Telefónica Móviles, Javier Aguilera: "es un factor más por el que una persona se muere".

Si con toda esta documentación, considera que las radiaciones no ionizantes de la telefonía móvil no son peligrosas (y estamos a la espera de los resultados finales del proyecto de una Agencia de la OMS denominado Interphone -si todo está tan claro, ¿por qué llevan casi 4 años sin publicarlos?-), el Premio Euskadi 2002 tendrá que demostrar con fundamentos racionales por qué todos los científicos anteriores están equivocados.

Nosotros damos datos, de forma educada (también estamos en contra de "linchamientos" sin fundamento), por lo que nos gustaría que nuestra postura fuese rebatida de igual manera y en igualdad de condiciones. Por cierto, las emisoras de radio tampoco son inocuas.

Habrá mucha gente hipocondríaca y otros con problemas psicosomáticos: pero ¿TODOS?, ¿Y DE DIFERENTES ESTAMENTOS SOCIALES Y DE EDADES TAN DISPARES?.

Sr. Goñi, trate de formular como hipótesis que las radiaciones no ionizantes pueden afectar a la salud, sin que por ello la física del siglo XX se desmorone. Creemos que le hemos proporcionado suficientes fundamentos racionales (que no 'leyendas urbanas') como para que se plantee dicha hipótesis, como buen seguidor del método científico que es.

1 comentario:

Pedro Cores Uría dijo...

No encuentro en esta sección ningún fundamento científico que demuestre o no demuestre la afectación de los campos electromagnéticos.
Hay informes, opiniones, investigaciones hechas por científicos que se basan en su mayoría en datos estadísticos.
Hace casi 200 años Michel Faraday descubrió, y calculó su fórmula matemática, que toda variación del fujo magnético induce una corriente eléctrica en un circuito eléctrico en cortocircuito. Esto se conoce como la ley de Faraday y su aplicación es muy utilizada en la actualidad porque todos los generadores eléctrico con movimiento funcionan basados en este principio y todos los sistemas que utilicen las ondas electromagnéticas también.
Cuando estamos expuestos a una invasión de nuestro cuerpo por un campo electromagnético variable se nos inducen corrientes eléctricas dentro de nuestro cuerpo. Este fundamento científico es innegable ya que es la propia esencia del electromagnetismo. La segunda parte de esta inducción eléctrica dentro de nuestro cuerpo es saber qué consecuencias tienen estas corrientes eléctricas (añadidas por la inducción proveniente de los campos electromagnéticos artificiales de todo tipo), si son admitidas, soportables, perjudiciales, si son gravemente perjudiciales y si vulneran los derechos fundamentales de la persona. Parece ser que oficialmente estamos en un estado de derecho pero la lay general de telecomunicaciones nos ha declarado dominio público radioeléctrico, que en mi modesto entender ni mi casa ni mi cuerpo es dominio público. Por lo tanto pongo en duda si estamos o no en un estado de derecho cuando los poderes públicos permiten sin mi consentimiento que otros induzcan corrientes eléctricas dentro de mi cuerpo que científicamente son ajenas a las propias corrientes eléctricas que son utilizadas para las funciones fisiológicas y las interfiere. La interferencia eléctrica también es un concepto científico y tiene sus fórmula matemática sin necesidad de hacerlo por el método empírico ni estadístico.
Concluyo que las ondas electromagnéticas nos afectan desde el punto de vista científico.
Pedro Cores