COMUNICADO
DE PRENSA
Ante el suicidio el miércoles 28 de noviembre de Ángela Jaén,
vecina de Pinto, Madrid, electrohipersensible (EHS) y afectada en su vivienda
por las antenas de telefonía móvil,
La Plataforma Estatal contra la Contaminación
Electromagnética y, en especial, las
asociaciones de personas afectadas por la electrohipersensibilidad
(EHS), reunidas en
asamblea en Madrid, el sábado 1º de diciembre de 2012, se solidarizan con la
familia y compañeros-as de Ángela Jaén, lamentan este doloroso suceso y hacen
un llamamiento a las autoridades para
que tomen partido por la salud pública y atiendan a la urgente situación de las
personas afectadas por la contaminación electromagnética.
Sólo así se evitará que otras personas afectadas, en su
desesperación ante la indiferencia oficial por su estado de salud y la degradación de sus
condiciones de vida (sanitarias, laborales, culturales, sociales, de vivienda,
etc.), sigan el camino de esta compañera madrileña.
Desde el trabajo
cotidiano de nuestras organizaciones,
nos consta que lamentablemente no estamos ante el primer caso de suicidio asociado
a la contaminación electromagnética. Y
lo grave es que diariamente atendemos cada vez más casos de personas que se
encuentran en circunstancias similares a las sufridas por nuestra compañera
Ángela Jaén y su familia.
Por que su tragedia sea la última, por nuestros derechos, por
la salud de toda la población, instamos a la aplicación urgente del Principio de Precaución
y al reconocimiento de la EHS como discapacidad funcional, como se hace en
Suecia y como recomiendan el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la
Agencia Europea de Medio Ambiente.
Habida cuenta de que este lunes 3 de diciembre se celebra el
Día Internacional de las Personas con Discapacidad, denunciamos la irresponsabilidad de
las administraciones públicas ante la violación de los derechos humanos y la situación
límite de estas personas discapacitadas funcionalmente por el despliegue
caótico de todo tipo de dispositivos emisores de radiofrecuencias.
Así mismo, la
Plataforma Estatal se adhiere al comunicado de la Asociación Electrosensibles
por el Derecho a la Salud, que se adjunta a continuación.
Desde la ASOCIACIÓN DE ELECTROSENSIBLES POR EL
DERECHO A LA SALUD, nos vemos en la triste situación de comenzar nuestra
andadura con la muerte de una persona afectada por Electrohipersensibilidad.
Ángela Martin se
quitó ayer la vida
al no poder ni querer vivir con el gran sufrimiento que produce este
padecimiento.
Tras
un año de constante búsqueda de un lugar limpio de contaminación
electromagnética por parte de su familia, Ángela no pudo soportar en los
últimos días una nueva inmisión de este tipo de radiaciones en la vivienda en
la que se había refugiado. Los
síntomas reaparecieron con fuerza con efectos devastadores para su sistema
nervioso y Ángela no tuvo la fuerza de resistirlo.
Denunciamos la
impasividad y la desatención de autoridades competentes que vivió Ángela que se vio
obligada a huir de su casa con altísimos niveles de radiación afectada por una
antena de telefonía situada a 50 metros de la misma. Ante todo esto, las
autoridades de Pinto, donde residía, no le dieron ninguna respuesta, pese a sus
peticiones y las de su familia. Además sufrió una atención inadecuada de los
responsables de salud por la no aceptación del origen de su sintomatología,
tratando el problema como psiquiátrico, que vino a agravar su situación y
padecimiento. Este caso es representativo del sufrimiento que actualmente estamos
experimentando todas las personas afectadas que no encontramos tratamiento sanitario
adecuado ni ningún apoyo institucional ante el aumento descontrolado de este
tipo de radiaciones que nos enferman.
Reclamamos la
necesidad urgente de atender este problema de salud generado por la masiva
exposición descontrolada de radiaciones electromagnéticas, en una sociedad en
la que no es posible encontrar un rincón libre de esta contaminación, donde las redes wifi y de telefonía móvil e inalámbrica han
invadido todo lugar: Hospitales, Centros de salud, trenes, metro, autobuses, Escuelas,
Universidades, Domicilios, etc., que están enfermando a muchas personas que
pierden su salud, su trabajo y sus casas, sin recibir ningún apoyo y
protección. Todo ello a pesar de las alertas de los riesgos para la salud,
lanzadas en múltiples declaraciones
científicas, recomendaciones
de la UE, y de la reciente clasificación
de posiblemente cancerígeno por parte de la OMS. Denunciamos también la connivencia y ausencia de intervención ante este
grave problema de salud pública por parte de las autoridades políticas, que
ceden ante las presiones del lobby de industria de las telecomunicaciones y se
decantan por los beneficios económicos sin atender los efectos negativos de
este despliegue tecnológico sobre la salud de sus ciudadanos, ignorando la aplicación del principio de
precaución, que contribuiría a hacer compatible la tecnología con la vida
saludable.
Animamos
a todas las personas afectadas de Electrohipersensibilidad a organizarse, autoapoyarse y luchar para conseguir una vida
digna con salud, para evitar que nadie se vuelva a encontrar en la situación de
Ángela.